Aqui una pequeña reflexion sobre el dia a dia de un chaval aburrido de sus clases. Gracias Diego por la aportación^^ Estamos abiertos a todo tipo de comentarios y/o sugerencias que querrais mandarnos.
Titulo: Que como me siento
Que cómo me siento… pues la verdad es que no me siento demasiado bien.
Es difícil de explicar. Me siento extraño, fuera de casi todo lo que me rodea. Trato de asimilar el pensamiento de los demás, pero es tan ajeno a mí que no lo logro. Gasto tantas energías en tratar de ser como los demás esperan que sea, que a veces no me quedan para ser como yo soy en verdad. A veces quisiera que me dieran la oportunidad de demostrar lo que valgo, pero parece que les da miedo aceptarme, bueno, a mí y a todo el que se muestre diferente.
Esta mañana, como todas las mañanas, volví a entrar en esa cárcel a la que llaman colegio, al que voy, no para aprender, como tratan de vendérmelo, sino a repetir una y otra vez lo que ya me sé desde el primer día. No entiendo ni entenderé porqué no puedo estudiar lo que viene en la siguiente lección, en la otra y en la otra; eso sí que sería excitante… Aprender y no sólo repetir. Tengo que confesar que furtivamente investigo por mi cuenta. Por qué les resulta a todos tan extraño esto, a mi no me asombra que para entender tan pocas cosas se necesiten días y días. No es que yo sea un listillo, simplemente es que no necesito leer tantas veces lo mismo. Según he leído mi cerebro procesa más rápido y tratar de ralentizarlo es desaprovecharlo. Cómo se sentiría el resto si le hicieran eso. Me imagino esos padres de grandes deportistas, de proyectos de Messi, de Raúl, o de Gasoles varios, indignados porque a sus hijos les dijeran que no chutaran tan fuerte, o que hoy no toca hacer bicicletas o tirar de tres porque a eso aún no han llegado, que sigan haciendo lo que los demás porque no puede haber distintos niveles. Esos padres de las futuras estrellas se echarían las manos a la cabeza y todos los comprenderían; pero que me lo hagan a mí está permitido porque en vez de jugar con un balón juego con las palabras. Está bien visto por todos que me discriminen por razón de intelecto, lo único que quiero es que si a los demás le hacen avanzar, que a mi me traten igual, que me hagan avanzar; porque en definitiva eso es igualdad. Si me obligan a ir para atrás para llegar donde están los demás, eso es igualitarismo. Yo no tengo culpa.
Que cómo me siento… estafado.
No entiendo cómo nadie hace nada, cómo soy invisible para todos esos que debieran hacer algo. Cómo me obligan a vivir sin protestar ante un mundo que se vuelve mi enemigo.
Y mientras tanto mañana tendré que soportar un nuevo día metido entre esas paredes, sentado y escuchando a un profesor cansado al que le molesta cualquier cosa que hago, tan sólo porque no entiende que me aburro y que lo único que desearía es que me enseñase algo nuevo. Al menos tengo la ventana cerca y puedo escaparme mentalmente, claro, eso tiene el inconveniente de que a veces no estoy cuando el profe quiere, pero de todas formas me va a reñir.
Tal vez debiera quedarme en casa, pero entonces ellos ganarían y no estoy dispuesto a que digan que tenían razón cuando decían de mi sus opiniones. Y eso que no me conocen… ni quieren, ellos ya me tienen catalogado según sus estereotipos.
Si al menos mis compañeros me vieran, me entendieran. Si supiesen que estoy deseando compartir mi conocimiento con ellos, ayudarlos, no para jactarme, simplemente por ayudarles.
Que cómo me siento… Orgulloso de ser como soy.
Qué me importa que los demás no me acepten. Me gustaría ser uno más, pero no lo soy, así que lo único que me queda es ser yo mismo y confiar en encontrarme, saber lo que quiero y luchar por ello, y si en el camino alguien quiere ir a mi lado, pues bien, y si no… mejor solo que mal acompañado.
Gracias por escucharme.
